Mostrando entradas con la etiqueta arritmia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta arritmia. Mostrar todas las entradas

jueves, 17 de diciembre de 2009

La ablación III: Yo y Berlusconi recibimos el alta clínica (pero condiferencias)

Pues eso, que sepan el martes volví a ser intervenido de esa tocada de cojones que son las arritmias, y que sólo 24 horas más tarde ya estaba en mi casa. El martes próximo, el miércoles a lo sumo, me veo de nuevo currando.

¡Vaya diferencia con Berlusconi! ¡Y luego dicen que aquí estiramos las bajas!

Vale que lo mío estaba planificado desde hacía dos meses, mientras que su percance fue, digamos… ¿súbito? Pero, a partir de ahí, que Silvio haya estado cuatro días en el hospital por una vulgar rotura de morros, me parece excesivo. Y no crean que marcha para reincorporarse al tajo, que va. Se tomará unas largas vacaciones que incluirán escala en una clínica suiza, donde los más prestigiosos cirujanos estéticos intentarán recomponerle ese pergamino ajado que es su rostro. Necesitarán mucha ciencia.

Pues bien ¿Saben qué les digo? Que jamás me cambiaría por Silvio Berlusconi. Por varios motivos.
1. Porque el primer objetivo cuando se entra en un hospital es abandonarlo en el menor tiempo posible, a poder ser curado. Parece que este es mi caso.
2. Porque, que yo sepa, nadie me odia tanto como para agredirme a traición con una cutreestatua de bazar coreano. Mis enemigos son más elegantes.
3. Porque mi piel se curte con toda naturalidad y no necesita de antiacartonamientos u otras técnicas de restauración.
4. Porque, de momento, solo la SGAE desea verme en la cárcel.
5. Porque no necesito gastarme el dinero en putas, ni para mí ni para mis amigos (si algún amigo pensaba lo contrario, que empiece a machacársela)
6. Porque mi timbre vocal, les aseguro, no está hecho para el italiano.
7. Porque mi única relación con la Mafia es a través del cine.
8. Y, sobre todo, porque Berlusconi jamás tendrá lectores de la categoría de ustedes, queridos visitantes.

Disculpen que les haya contado lo de mi intervención a tiro pasado. Pero entenderán que no quería amargarles los minutos que, sin que nadie se lo pida, dedican a pasearse por aquí. Un abrazo a tod@s