jueves, 22 de octubre de 2009

Comerse el mono a "bocaos"… o a guitarrazos

¡Qué duro es de dejar de fumar!

Romper una tradición –vale, un vicio- de más de 30 años no es fácil. Y cuesta mucho mantener el tipo sin ceder a la tentación mientras el mono –King Kong por lo menos- ataca sin piedad. Al menos en estos primeros días.

Por eso, cuando noto que mis fuerzas decaen, me consuelo mirando a mis dos bellezas zurdas,

En apenas cuatro meses podré comprarme una de ellas sólo con el dinero ahorrado en tabaco.

¿A que son preciosas?

9 comentarios:

  1. Pero es una buena decisión. A ver cuándo me pongo yo a ello... oye...

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  2. Hola, Maripuchi

    Menda ha tardado 31 años en decidirse, así que...

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  3. Ánimo, piensa que si lo dejas no te convertirás en un proscrito cuando fumar esté penado con cárcel.

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  4. Hola, Flashman

    No lo ilegalizarán para poder seguir cobrando la cantidad de impuestos con que gravan el tabaco.

    Eso sí que es doble moral.

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  5. Veeengaaa, que yo al final lo conseguí. Al principio me encantaba la sensación de no oler a tabaco al final del día. Eso y meter 3 euros en una hucha para irme luego de viaje. Vence la tentación (sobre todo cuando a los meses vas bajando la guardia), que es muy mala. Besos.

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  6. Gracias por tus consejos, Ocaso

    De momento me peleo a brazo partido con la tentación unas 200 veces al día, más o menos, pero sigo saliendo airoso.

    Prueba de ello es que ya llevo 5 días sin probar un cigarillo -nunca en mi vida de fumador he estado tanto tiempo de abstinencia- y con lo ahorrado, la correa de la guitarra ya está garantizada.

    Si el que no se consuela...

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  7. Está muy bien eso de ponerle un objetivo al sacrificio. La última vez que dejé de fumar era para comprar un equipo de música, en cuanto lo compré volví a fumar. Ahora llevo desde el 1 de diciembre sin fumar, sin objetivo, así porque sí, y cada día estoy más convencido.
    ¡Ánimo!

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  8. ¿Encenderese un pitillo para celebrar que se ha dejado de fumar?

    Eso sí que es echarle cojones al asunto.

    En mi caso, debo reconocer que el incentivo es una guinda, el capricho que justifica la decisión. La verdad es que tengo varias guitarras y solo toco en casa.

    Eso sí, de momento gana la strato

    Por cierto... ¡¡¡ 3 semanas sin fumar !!!

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