lunes, 13 de julio de 2009

Errores y horrores

Un “terrorífico error” médico provoca la muerte de Rayan, el bebé que fue extraido in extemis mediante cesárea a Dalila, la primera víctima mortal de la gripe A en España. Madre e hijo han fallecido con menos de 15 días de diferencia en el mismo hospital, el Gregorio Marañón de Madrid.

Mohamed, el esposo de Dalila, tenía fundadas sospechas de que la sombra de la negligencia médica planeó en la muerte de su mujer. En el caso de su hijo, tan siquiera ha necesitado especular, ya que el propio hospital ha reconocido el error de manual que ha matado al pequeño Rayán.

Por mucho que imaginemos, dudo que podamos abarcar la magnitud del dolor de Mohamed, la rabia y la impotencia que debe estar padeciendo. Eso sí, por mero pudor, deberíamos evitarle la vergüenza de convertir su tragedia en un circo político-mediático.
Algo que, me temo, resultará imposible.

Desde las filas del PSOE ha faltado tiempo para cargar contra Esperanza Aguirre y su consejero de sanidad, Juan José Güemes, al tiempo que el PP lanza su artillería contra la ministra de sanidad Trinidad Jiménez. Un vergonzoso fuego cruzado sin otro fin que sacudirse responsabilidades y lanzar mierda contra el adversario, avivado por una panda de hooligans con carnet, empeñados en defender, en prensa, radio y televisión, que el malo siempre es el otro.

No hay paño caliente que tapone la herida de Mohamed. Nada le compensará de la pérdida Dalila y Rayan. Por tanto, más que palabras huecas, lo único que debe exigirse a nuestras instituciones es voluntad para investigar, capacidad para asumir errores y firmeza a la hora de determinar responsabilidades que, más que criminalizar –imagino que el equipo médico responsable de la muerte del bebé estará destrozado- tiendan a asegurar que estas negligencias no se vuelvan a producir.
Por desgracia, intuyo que el circo ganará de nuevo la batalla al sentido común.

3 comentarios:

  1. Cuesta imaginar que ésta sucesión de desgracias se puedan cebar en la misma familia en tan poco tiempo. Pero algo pasa en los hospitales madrileños, y lo digo por propia experiencia. Mi parienta entró a principios de junio para someterse a una operación quirúrgica y, arreglándole lo principal, le jodieron otra cosa. La volvieron a operar para solucionarle el desaguisado y ha salido con otro daño colateral más. Ahora está en casa casi sin poder valerse sola, esperando que con el tiempo la cosa vaya volviendo a su ser. Con ello no digo que me apunte a la corriente encabezada por Nacho Escolar que atribuye la muerte de Rayan a la gestión Esperancista de la sanidad madrileña. De hecho, mis opiniones me han valido puntos negativos en esa bitácora.

    Saludos y mi más sentido pésame a Mohamed y resto de familiares.

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  2. Hola, Flashman

    Falla el concepto de sanidad en sí, tanto en la pública como en la privada. Claro que la primera la pagamos todos.
    Pero en ambas se considera la asistencia como un gasto que conviene limitar en lo posible, con el aumento de riesgos que ello conlleva.

    Lamento mucho lo de tu pareja. A mí, en la clínica Teknon de Barcelona -conocida por ser donde pare la infanta Cristina- tambien me sucedió algo similar. Entré para que me operaran una hernia umbilical y salí con el ombligo arreglado, pero con la polla desgarrada por culpa de la negligencia de una enfermera. Una carnicería.

    PD: Por cierto, yo jamás comentaría en una bitácora donde mi opinión se someta a votación :)

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  3. En la Playa Libre está todo lo que había que decir al respecto

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