Ayer me desperté temprano. Durante la mañana atendí asuntos domésticos, entre los que destacaría la elaboración de una monumental paella. Tras el lógico atracón en familia se imponía una buena siesta. Y es que convenía estar descansado para acudir al acto más importante del 7 de junio de 2009: el concierto de AC/DC.Cuando, nada más salir de casa, rebasé con el coche el instituto habilitado como colegio electoral, recordé de repente que ese día se celebraban los comicios al parlamento europeo. Crean que lo había olvidado, por lo que pueden imaginar el interés que ha despertado en mí esta campaña. Tanto que, ante la tesitura de parar y ejercer mi derecho al voto, solo tardé una décima de segundo en decidirme.
Por mí, ya les podían ir dando por el mismísimo culo a PP, PSC, CIU, ERC, ICV y demás ralea. Ningún representante de esa ilustre chusma se merecía retrasar un solo minuto mi cita con Angus Young.
Y así seguí, con el equipo de música a toda mecha y transitando feliz por la “Highway to hell” camino del Estadi Olimpic.
Les aseguro que, a falta de melenas que ondear al viento, ayer me sentí de nuevo un verdadero rebelde.
Don’t stop me !!!!!
Los de AC/DC tocaron en madrid el viernes, en el glorioso Estadio Calderón. Yo estaba justo enfrente, en el tanatorio de san Isidro, acompañando a unos amigos.
ResponderEliminarLe aseguro que oir Highway to Hell desde un velatorio, fue una experiencia inolvidable.
Me lo magino, Gracchus.
ResponderEliminarAcudir al tanatorio de Les Corts cuando juega el Barça tambien tiene su miga, te lo aseguro. Los bramidos hacen estremecer las salas de duelo cada vez que hay una jugada peligrosa, una falta discutible Por no hablar ya de un gol. Salvo los más apenados por la seuerte del finado, la peña parece más atenta a lo que se desarrolla a 500 metros que al pobre difunto.
Tanto tiempo alejado por una razón o por otra, vuelvo y qué me encuentro?
ResponderEliminarQue Vd, tiene el Jack!!
Yeaaaah, ¡¡¡yo también estuve ahí!!!! ¡¡¡Glorioso!!! Han pasado 3 días y aún se me pone la carne de gallina al recordarlo. Ahora que me he acostumbrado a que hayan conciertos de AC-DC cada dos meses, tendré que esperar unos años (espero que no sean 8 como la última vez). ¡¡Larga vida al rock y al pequeño Angus!!!
ResponderEliminar¡Hombre, Armando, qué placer!
ResponderEliminarYo que imaginaba que iba sorprenderse gratamente por mi incivismo electoral -me consta que usted pedía la abstención en estos comicios- y resulta que lo que más le asombra son mis aficiones macarras, por lo demás bastante evidentes para quien me conozca.
No te preocupes, Ocaso. Yo no veía a ACDC desde 1981 así que cuenta...
(por cierto, el espectáculo, si le limpiamos la parafernalia más moderna -pantallas, pasarela, la tetuda hinchable...- era prácticamente el mismo: la campana, los cañones, el strip-tease en "The jack" y los solazos de "Let there be rock". Ellos tampoco han cambiado mucho. Salvo el cantante, que parece un híbrido entre Miliki y Chiquito de la Calzada)
Pues si, AC-DC sigue el mismo guión de siempre, si acaba desde hace decadas los conciertos con la misma canción... Ahora, si no veo la Rossie, la campana y el culo de Angus... que me devuelvan el dinero. Petons.
ResponderEliminarTambien es verdad.
ResponderEliminarEs mucho peor pagar por una cosa y que te den otra (aun recuerdo el soporífero acústico de Guns & Roses en mitad del concierto). En este sentido, AC/DC son un valor seguro
Me llevaré al otro mundo el recuerdo impresionante de AC/DC en el 1981 con tan solo 15 añitos.... Cuando una guitarra inalámbrica era toda una excepción de la que Angus sacaba el máximo....
ResponderEliminarTime waits for no one....
and no waits for me ....