Aznar o las tribulaciones de un PC (*)

En el marco de unas jornadas organizadas por FAES, Jose María Aznar ha afirmado que la UE está más preocupada en subsidiar parados que en animar el empleo. El ex presidente Español aboga también por la existencia de menos empresas públicas y exige al gobierno que flexibilice el mercado laboral.

¡Pobre José Mari! ¡Menudos papelones que le toca hacer! Y crean que lo comprendo. Ambos estamos en el mismo oficio.

Verán, llevo muchos años trabajando como comercial. En la práctica, eso significa elaborar un argumentario adecuado para encandilar con las beldades de mi compañía –sean estas ciertas o no- a una serie de tipos, a fin de que adquieran y hagan suyo lo que les ofrezco. Por tanto, cuando trabajo, aunque procuro ser yo mismo, mis ideas no cuentan. Mi discurso es interesado e inevitablemente tendencioso, puesto que mis palabras las dictan quienes me pagan. Y a ellos me debo, por la cuenta que me trae.

A Aznar le sucede lo mismo. Como comercial a sueldo –que no integrante- de los lobbys más retrógrados de este planeta, se ve en la obligación de defender a capa y espada la receta supraliberal, a pesar que los evidentes desastres que ha provocado y que justo ahora estamos pagando.

Trabajo duro, sin duda, que José Mari aborda con el ahínco del empleado trepa que cree que, cuanto más agrade a sus jefes, más posibilidades tendrá de ser admitido en el sanedrín de la empresa.

¿Saben una cosa? Las listas del paro están llenas de tipos así.

(*)En el argot, PC es Puto Comercial.