miércoles, 15 de octubre de 2008

El nuevo libro de Curri Valenzuela

Curri Valenzuela edita su primera novela, “Sola”, en la que retrata el drama de una familia de la alta sociedad madrileña en su periplo anterior y posterior a la guerra civil.

Llámenlo morbo, masoquismo, sadismo o una prueba más de mi relación enfermiza y perversa por la literatura, pero desde que supe de la publicación de este libro se me ha puesto entre pecho y espalda leerlo.

Y es que tras el shock que supuso “los 100 personajes que hunden España”, aquella obra culto en la que Curra -por educación me cuesta referirme en diminutivo a una persona tan mayor- achacaba los males de nuestra piel de toro a tipos como Horatio Caine o Manolo Escobar, se me hace la boca agua al imaginar la personal interpretación de la autora sobre la guerra civil.

Sin embargo, para esta ocasión, la hábil Curra ha titulado su novela de forma mucho menos explícita, lo impide intuir siquiera las perlas que, sin duda, ocultará “Sola”.

Eso sí, por su sinopsis, deduzco que “Sola” es algo así como la respuesta derechona a “El corazón helado” de Almudena Grandes, quizá el mejor libro que haya leído en el 2007. Sólo por ese motivo aún siento más curiosidad.

Pues bien, tomada la decisión ¿cómo me hago con el libro? Podría pedirles que me ayudaran a pagarlo :) A fin de cuentas me inmolo por todos ustedes, ya que gracias a mi sacrificio conocerán el contenido de la obra sin padecer la tortura de leerlo. Pero me consta que el dinero escasea tanto entre mis lectores como la voluntad de prestarlo, por lo que quizá lo descuide de algún gran almacén. Comprarlo es la última opción.

Ahora estoy aplicado en desprestigiar, por pura y cochina envidia, “El corazón del Ángel” de Carlos Ruiz Zafón. Es la segunda vez que lo leo e intuyo que esta misma semana acabaré de extraer todos sus defectos. En cuanto lo liquide me pongo con Curra.

Espero sobrevivir a la prueba. Y no descarto llevarme una sorpresa. Con un libro, nunca se sabe.

12 comentarios:

  1. Gran invento ése de las bibliotecas... :-P Por cierto, hay que tener más moral que el Alcoyano para leer según que libelos. A mí un amigo me regaló (por hacer la gracia) uno de César "tengo 20 negros" Vidal que ahí está en la librería, en la parte más inaccesible llenándose de polvo. Cuanto más lejos, mejor, que tengo mucho aprecio por la cultura y ése libro es un insulto a la inteligencia. ¡Qué mal escribe su negro!
    Un saludo.

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  2. El almax va bien para estas lecturas, dicen... No te extrañe que no pique yo también ¿seremos masocas?

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  3. Gracias por vuestras palabras de ánimos.

    Sí, Javier, igual somos algo masocas. Al hilo de lo que dice Juan, yo también tengo en casa un libro de César Vidal: "los masones". Era uno de esos ejemplares que promocionan como nª 1 de una calección y sale a un precio tirado. Como el tema me interesa lo compré.

    EL resultado de esa lectura está plasmado en esta entrada de mi vieja bitácora, quizá la más larga que haya escrito nunca en un blog. Pero es que el impacto fue mayúsculo.

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  4. Hola Bernardo, lo siento no voy a colaborar contigo en la compra del libro, ni tampoco pienso comprarmelo yo, no es para nada de mi agrado la Sra. Curra más bien todo lo contrario.

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  5. Menos lobos, Bernardo. No me creo que te vayas a leer una sola coma de ése libro. Es como si declararas que te vas a seccionar el miembro por la mitad, así como quien no quiere la cosa.

    Eso sí, te recomiendo que no montes una colecta para ésto último, no sea que te lluevan donativos...

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  6. ¿La gente pagaría por caparme?

    ¿Quien? ¿Algúna asociación de maridos celosos?

    La verdad, prefiero leer a la Curri. Anunque no descarto un descenso temporal de la testosterona, dudo que sus efectos sean permanentes.

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  7. Pues a mi me parece un rasgo de gran tolerancia, de libertad intelectual que este señor tambien lea libros contrarios a sus ideas.

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  8. Ey Bernardo!! veo que sigues ahi, firme y provocando. Así me gusta. Ahora que "me han liberado" del zulo (ya sabes bien) tendré más tiempo para seguir tu blog. Es un placer.

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  9. Gracias, Simón.
    Con los libros soy más ecléctico aún que con la política. Por muchos prejuicios que tenga a la hora de cogerlo, si me ha gustado desde luego lo diré.

    ¿Te han liberado del Zulo, Anita mía? ¿Han enviado a los GEOS o te has largado antes de que llegaran? En tu blog no leo nada, aunque veo que hace días que no lo actualizas.

    Dime algo. Recuerda que mi correo es elsiglodelasluces@gmail.com y quizá recuerdes mi móvil. Aquel tan curioso que comienza con el número de la bestia...

    Espero tus noticias.

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  10. A mi el Corazón Helado, independientemente de la prosa brillante de Almudena Grandes de la que nadie duda, me pareció que entraba a ratos en tramas demasiado elípticas, es decir, como si de pronto la novela se viese atrapada en un inmenso bucle, que no añadía valor a la misma. Además, algunas páginas caían en la leyenda rosada de la Gran Guerra Patriótica, que sólo leyendo un poco de la literatura soviética de la época hubiera quedado completamente desvirtuada. Vida y destino, de Grossman, El momento de la verdad de Bogomolov por sólo citar unos ejemplos nos aportarían algo de luz sobre este particular. En el segundo de los libros se narran las dificultades con las que se encuentra un equipo de contraespionaje entre la población del territorio soviético recuperado, que recelaba de los soldados de Stalin. Una de las heridas flagrantes que nunca logró cerrar el despiadado dictador fue el asunto de las nacionalidades, de modo que si temían a los nazis, no es menos cierto, que los soviéticos les causaban un poco menos de pavor. Pero no se me ocurriría tratar a sus personajes desde un prisma histórico, puesto que sí los valorase con ese tamiz, me parecería un buen recurso de la autora el hecho de escoger una mujer socialista defensora vehemente del sufragio femenino, cuando sus compañeros de partido se mostraron remisos a que ejerciesen aquel derecho, dado que estaban tuteladas por la iglesia. Demasiado sotanudas. No dudo que la abuela del protagonista existiese. Otra cosa, muchos partidos de izquierdas veían con anhelo el alzamiento, puesto que les brindaba la excusa para aplastar a la reacción y a la burguesía. Esa imagen de pacifistas que destila la obra de Grandes no se compadece con la realidad. Cuentan los historiadores más afines que Largo no tuvo más remedio que acerar su discurso por el empuje de los anarquistas. Que de lo contrario se hubiese mantenido más sosegado.

    Leí también el libro de Curri que ofrece otra visión de la Guerra Civil. No es el verbo acrisolado de Grandes, pero su pluma recorre con prestancia los avatares vividos por la familia de Teresa, la protagonista. El libro es muy entretenido, de factura mucho menor que el de Grandes.

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  11. Hola, ALberto y bienvenido.

    "El corazón helado" me gustó mucho como novela, -y eso que al protagosnista aún le estaría dando gorrazos por tonto- y como tal debo juzgarla, al igual que la de Curri. Ni una ni otra son documentos históricos.

    Eso sí, son visiones diferentes sobre el tema de la guerra civil y, curiosamente, ambas utilizan el mismo recurso: los avatares de dos familias "bien" de la sociedad madrileña antes, durante y despues de la contienda. De derechas la fabulada por Curri y de izquierdas la creada por Almudena.

    Ya casi he acabado el libro de la Valenzuela y tal como prometí escribiré una entrada, que servirá como base para disertar un poco sobre la memoria histórica.

    Quedas invitado.

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