Mal tiempo es el verano para todo aquello que no certifique utilidad aparente. El verano es época de despidos -¿A este vago de mierda le voy a pagar las vacaciones?- de abandonos -los viejos en urgencias, los perros en la cuneta...- y desidias que tanto padeces como puedes cometerY uno, que por fortuna aún no ha sido despedido en el trabajo ni abandonado por los suyos, y que jamás dejaría tirados a la variedad de animalitos que conviven en casa, reconoce que en su particular reparto de tiempos y obligaciones veraniegas también ha tirado de criterios de utilidad a la hora de enmudecer durante el estío este humilde blog. Varios motivos han justificado esta decisión.
El primero y más importante es la puta crisis. Las cosas se han puesto muy magras en mi sector y las horas que perdía a diario con la bitácora - documentarme, escribir, responder, visitar otros blogs, comentar en páginas amigas... - me duelen en la conciencia, empeñada en recordarme -con toda razón- que, tal como están las cosas, lo que ahora toca es currar y rogar a los dioses para que esta situación acabe pronto.
También han estado las vacaciones en sí. Ni Roma ni el Vaticano volverán a ser lo mismo tras mi paso. Observen si no la imagen que acompaña a esta entrada.
Por último, el acojone por la operación -ya lo puedo decir sin ambages- ha influido lo suyo en este enmudecimiento. Estaba cagado. Un miedo que he intentado compartir solo con la almohada, para no amargar la vida a mis familiares, amigos, y por supuesto a ustedes. Así que me lo he tragado enterito.
Antes de ayer me intervinieron y 24 horas más tarde me devolvían a casa. Sano, salvo y, al parecer, curado. Quiero agradecerles su interés, ya que en este tiempo de silencio he recibido muchos correos de ustedes. Besos y abrazos para todos.
Ahora me toca decidir qué hago con el blog. Aunque lo más sensato sería darle carpetazo, le tengo demasiado cariño -a la bitácora y a ustedes- para abandonarlo. Por tanto intentaré mantenerlo, aunque para ello deba espaciar las entradas.
No me lo agradezcan. Basta echar un vistazo a las noticias para concluir que este siglo está más necesitado de luces que nunca.
Cuantísimo me alegro que todo haya salido bien!! Me llevo acordando de tí desde hace un mes..
ResponderEliminarNo cierres el chiringo. Mola. Es un referente blogocósico oiga.
Seguimos en la brecha... Mil besos.
Bienvenido otra vez Bernardo, me alegro mucho que la operación ha salido bien. Eso que dices de la crisis, no va a ser que has hecho negocios con los hermanos Lehman?
ResponderEliminarMi muy querido Bernardo. No sabes lo que me alegra leerte otra vez. Estaba yo medio mosqueado durantes las últimas semanas con tu ausencia.
ResponderEliminarMe sumo a Maripuchi: no cierres. Escribe cuando puedas o cuando quieras, pero tus luces nos acompañan a muchos. Y, es cierto, el panorama no está para apagar ni una sola.
Me alegro que conserves tu poya.
Un abrazo.
Bienvenido al mundo bloguero Bernardo, me alegra leerte de nuevo y sobretodo que la operación haya ido tan bien.Nos veremos.
ResponderEliminarGracias a todos
ResponderEliminarYo también me he acordado mucho de ti, Maripuchi. Y sobre todo de lo valiente que eres. Un beso.
No hago negocios con esos hermanos, Graeme, pero sí con la banca nacional -la catalana en concreto- y, como tantos otros sectores, tienen cerrado el grifo de la publicidad hasta tiempos mejores. Tienes que ser un verdadero artista para arrancarles un anuncio.
Conservo todo en su sitio, Gracchus, aunque me perforaron justo al lado del testículo derecho -el huevo, para entendernos-. Estoy deseando comprobar en la práctica si además funciona.
Eugènia, no sabes cuanto me ha confortado tus mensajes durante este tiempo. Un beso enorme.
Joder Bernardo. No sabes cuánto me alegro de tu vuelta. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarUn abrazo para ti, Germán.
ResponderEliminarHola! Que bueno que viniste! y vivito y coleando.
ResponderEliminarHombre, antes de cerrar el blog, prueba de actualizar un par de veces por semana... vaa, una!
No cuente conmigo para dicha práctica, compañero.
ResponderEliminarPero D. Bernardo, cuánto nos ha hecho esperar. Creía que se le habían fundido las bombillas del siglo.
ResponderEliminarMe alegro de que se encuentre sano, salvo y testicularmente bien. Y me vuelvo alegrar por poder entrar en ésta su casa, siempre tan apañadita y jacarandosa.
Un abrazo, compa.
Salud y República
Muchas gracias de nuevo
ResponderEliminarEn cuanto a Magenta206 les puedo asegurar que tras ese nombre -que suena a prueba de imprenta o a guia PANTONE- se esconde una maravilla de mujer.
No se preocupe, Gracchus, tengo alternativas mucho más apetecibles.
¿Y que decirle, Rafa? Ya que los médicos aseguran que salud no me falta... ¡A por la república!
Berniii, que me pongo roja, en el tono 078 claro.
ResponderEliminarPor las actualizaciones de mi blog puedes saber que te comprendo a la hora de ver la última actualización. Pero al final le coges cariño y no lo dejas, porque hay gente detrás a la que no quieres perder de vista.
ResponderEliminarPues lo dicho, no se desanime con esto. Yo le sigo fielmente.
Para rojo, te recomiendo el pantone 032 o 100% magenta + 100% yellow si lo tuyo son cuatricromias. Es un valor seguro.
ResponderEliminarHola Manu. Gracias por estar aquí. Tienes razón hay gente a los que no quieres perder de vista. Sobre todo cuando descubres que tras casi 3meses de silencio aún siguen ahí.
Un abrazo.
¡ET VOILA! y Por fin apareció.
ResponderEliminarBernardo me alegro de que te encuentres bien y de tu vuelta que espero sea para siempre.
Veo que tienes claro tu orden de prioridades, y es que la salud es lo primero, trabajo familia y por fin el ocio.
Gracias por encontrar un hueco para nosotros y muchos ánimos para seguir. un fuerte abrazo
Gracias a tí por seguir aquí, Negro.
ResponderEliminar