El encargo no es fácil pues, aunque algunos de estos santurrones no han logrado -o no han querido- evitar que se haga pública su agitada vida sentimental, el modelo clásico que ha regido secularmente a la derecha es otro: el de la doble moral.
En la práctica significa construir una familia tradicional de hombre y mujer bendecidos en santo matrimonio, y usarla como fachada que amague todo tipo de infidelidades, cuernos, puteríos, desviaciones y hasta perversiones sexuales.
Naturalmente, el mero hecho de casarse por la iglesia no otorga patente de corso para hincar la polla o meter el coño donde plazca. Son necesarios unos requisitos para alcanzar este placet: ser hipócrita, guardar las apariencias y, como no, disponer de una mínima posición social en la comunidad. Quien además de estas virtudes tenga poder, dispondrá de bula eclesiástica para hacer de su vida sexual lo que le venga en gana.
El mejor retrato de cuanto acabo de decir lo podemos encontrar en nuestra institución más tradicional y católica: La monarquía. Dado que se me solicita tres ejemplos, me valdré de la Historia de España contada para escépticos, de mi admirado Juan Eslava Galán. Un libro que debería ser de obligado estudio en las escuelas. Ahí voy:
Isabel II.
Casada a los 13 años con el homosexual Francisco de Asís (les juro que esta foto es de la época), buscó satisfacción en decenas de amantes de los que tuvo al menos cinco hijos. Destaca su amorío con el capitán de ingenieros Enrique Puig Moltó, cuyo fruto fue Alfonso XII, un niño adulterino en su concepción pero legítimo sucesor dado que, según nuestra ley dinástica, cualquier hijo nacido de reina tiene como padre a al marido de ésta.
Alfonso XII.
Con tales precedentes familiares -y otros muchos que omito por falta de espacio- a nadie extraña que el joven rey no tuviera bastante con Doña Maria Cristina, su señora, y se procurara el solaz con varias amantes, entre la que destaca la contralto Elena Sanz. La cómica le dio dos hijos, estos ilegítimos de pleno derecho, pues el rey no necesita reconocer los vástagos de sus relaciones extramatrimoniales.
Alfonso XIII.
Siguiendo con la tradición, Alfonso XIII tambien coleccionó amantes, como la bella actriz Carmen Ruiz Moragas, de quien engendró dos bastardos. Uno de ellos, al menos, aún vive y pueden juzgar el parecido. Pero lo más curioso del monarca era su gusto por el cine pornográfico, una afición tan desarrollada que incluso se rodaban películas sólo para él. Se ignora si durante el visionado de las mismas el rey sacaba lustre al sable o siquiera si delegaba tal tarea en terceros.
Vidas ejemplares ¿no les parece?
Cedo esta patata caliente a Javier, Gracchus y Germán, dando por sentado de que no tienen la menor obligación de recoger el testigo.
[tags]meme,familia,tradicional,monarquia[/tags]
Me fascina Carlos Fisas. Hoy le has emulado. Olé.
ResponderEliminarLa comparación me honra, Maripuchi, aunque no me creo merecedor de tal halago.
ResponderEliminarEso sí, si te gusta la historia te recomiendo el libro que citaba en el comentario. Precisamente ahora estaba escribiendo sobre él en otro blog.
ARCADIO.
ResponderEliminarLo has hecho muy bien.PLAS,PLAS,PLAS.
esta muy bien,pero inconpleto,FALTA EL ULTIMO.
ResponderEliminarsalud
¿Arcadio?
ResponderEliminarSolo conozco a un Arcadi y la verdad, lo es de mi cuerda. Pero bueno, agradezco el elogio.
Es curioso lo que dices, Jose. Faltan los dos últimos, de los que apenas si hay iformación.
¿Como es posible que, en estos tiempos de libertad informativa y con tal predominio de la prensa rosa, las figuras regias dispongan de más bula que en la primera mitad del siglo XX?
El caso es que creo tener la respuesta.
Sorpresa sorpresa...
ResponderEliminarNo sabia yo Bernardo, que colaboraras en otros blogs.
En cuanto a la linea dinastica bobónica, todo el mundo ya "entiende" y conoce, pero donde la linea dinastica se troncha sin remision es con Isabel II:
Digna descendiente de esa Maria Luisa de Parma‚ su abuela‚ aunque su aficion a los pantalones le pudiera venir de su madre‚ la reina consorte
María Cristina que a los dos meses del fallecimiento del rey Fernando VII‚ ya tenia ocupado su corazon (y su vagina) por un apuesto capitan de su guardia personal‚ llamado Fernando Muñoz‚ con el que tuvo ocho hijos
"los muñoces"· El Jefe de Gobierno Gonzalez Bravo se atrevio a llamarla "ilustre prostituta” mientras las coplillas de por aquel entonces cantaban:
Clamaban los liberales
que la reina no paría·
¡Y ha parido más muñoces
que liberales había!
La politica de esos dias y las presiones internacionales (Francia proponia un candidato e Inglaterra otro) forzaron a que se casara‚ a la edad de 16 años‚ con un afeminado llamado Francisco de Asis de Borbón·
Parece ser que el augusto matrimonio tenia las mismas aficiones: los pantalones· Asi que pronto se dedicaron‚ cada uno por su lado‚ a esos
menesteres· Cuentan que cuando el general O'Donell (el unico amor platonico de Isabel II) partia para la guerra de Africa‚ la reina le dijo:
"Si yo fuera hombre‚ O'Donell‚ te acompañaria a la guerra"‚ a lo que Francisco de Asís‚ que estaba presente‚ añadió: “Lo mismo digo‚ O'Donell‚ lo mismo digo"·
Una de las coplillas mas famosas fue:
Isabelona
tan frescachona
y don Paquito
tan mariquito·
Pronto empezo la reina a ir de fiesta en fiesta y de baile en baile‚ acostandose a las cinco de la madrugada y levantandose a las tres de la
tarde· Francisco de Asis‚ evidentemente‚ no le iba a la zaga aunque pronto conocio a Antonio Ramón Meneses‚ el amor de su vida‚ al que no
abandono jamas· La relacion de amantes de la reina‚ por contra‚ fue un poquito mas larga:
El general Serrano (denominado general bonito por ella)‚ el cantante Mirall; un conde llamado Valmaseda; el capitán José María Arana‚ con
quien tuvo a la infanta Isabel; Miguel Tenorio; Obregón; Carlos Marfori; Altman y muchos otros etceteras… pero quien mas destaca de entre ellos es el capitán catalan Enrique Puig Moltó‚ apodado por el pueblo “el Pollo Real"‚ y al hijo que tuvieron‚ ese mismo pueblo‚ le denomino “el Puigmolteño"‚ ese hijo no era otro que el futuro rey de España Alfonso XII·
Francisquito podia ser “mariquito” pero seguro que no era “tontito"‚ ya que aceptaba siempre la paternidad de los hijos que paria Isabel‚ a
cambio de cobrar 1.000.000 de reales cada vez que tenia que representar la pantomima de su paternidad anunciando el nacimiento de los zagales en las Cortes·
¿Debemos pues llamar al rey, Juan Carlos Puig Borbon?·
Salu2
Recomiendo encarecidamente el visionado de la siguiente web:
ResponderEliminarhttp://www.otromadrid.org/articulo/4018/gustavo-adolfo-becquer-hermano-valeriano/
No tiene desperdicio y creo que ilustra, aún más si cabe, la presente entrada del amigo Bernardo.
Agurrak.
Shirikhawk.
Si volviese a nacer, pediría encarecidamente ser Isabel II, con Paquito inclusive ... y es que eso de ser tan frescachona tiene que molar.
ResponderEliminarFeliz Año, Don Bernardo!!!
Saludos.
Caray, veo que mis lectores gustan también de la historia.
ResponderEliminarGracias, ATEO, por ampliar biografías tan ejemplarizantes, y a Shirikhawk, por aportar testimonio tan impagable. No lo conocía y es BRUTAL.
Pero como deja caer Pati -Feliz año, chiquilla- en su fina entrada, mal haríamos si ante tan liberales costumbres nos erigiéramos como censores.
Antes al revés, un régimen de libertades lo que busca es:
- Despenalizar estas conductas dejándolas en el plano íntimo de la persona
- Democratizarlas en punto y hora que todo el mundo -no solo ricos y poderosos- puede hacer con su cuerpo lo que quiera, dentro de su propia libertad.
Curiosamente, los colectivos que más se quejan de prácticas como las bodas gays, abortos o divorcios siempre las han ejercido. Su reclamación pasa a ser entonces la defensa de un privilegio. Limitar la libertad de otros para que yo y los de mi cuerda podamos seguir haciendo, aún de tapadillo, lo que nos venga en gana.
Pues no, Bernardo, que quieres que te diga.. que no !!!!, la realeza -una institución no democrática- que es la culminación de los "señorios" del medio-evo, o está o no está.
ResponderEliminarEs decir, a mi modo de ver, la monarquia, si está, es para prestigiar la vida democrática mediante unas reglas de comportamiento que son "antediluvianas", pero que así son y precisamente su prestigio está basado en ellas, si quieren librarse de estas normas -como es mormal al ser y estar obsoletas-, la monarquia entera pierde el sentido, si el actual rey ha prestado un servicio a la democracia (los hay -entre los que me cuento- que dicen que nariná), que además de montarselo, ya se le ha pagado con creces, con una vida de lujos (amantes, osos pardos, motos, yates y vacas en Marivent) y además regalá, o muchisimo más ya que de ello ha vivido no solo el, también ella, su mujer, sus 3 hijos, sus yernos y yerna, sus padres, sus tios, sus sobrinos, primos, amantes, maridos cornudos, profesores de hipica, profesores de "aerobic", jinetes de monta -en el más amplio sentido- y medicos especialistas, así como traficantes de todo tipo que han satisfecho los más mundanos placeres de estos descendientes y allegados del "mariquito" y la "frescachona".
Por tanto, si quieren ser "personas normales", vulgo, plebe, sangre roja, siervos al fin y al cabo y obtener con ello las ventajas de esta condición, casarse por amor y no por pelas, o divorciarse por desamor o por hacer con su cuerpo lo que quieran, que renuncien también a sus privilegios reales, y pongan su cargo a consenso popular, que una cosa y otra van unidas.
Permitanme ponerles un ejemplo crudo, pero ejemplo real al fin y al cabo:
¿Acaso España le perdonaria a una reina (la Leti for ej.), que decidiera abortar conforme a cualquiera de los supuestos establecidos por ley?.
Por otra parte, de estos que tu hablas Bernardo, de estos derechosos ricachones y obispos felinianos, si se divorcian, si abortan, si hacen lo contrario de lo que predican, hay que ponerlos en el candelabro a los ojos de todo el mundo, y para que todo el mundo vea y contemple su infinita hipocresia, por lo menos hasta que dejen de "a Dios rogar".
Feliz año y Visca la República Catalana.
Abdicació del Compte de Barcelona, Catalunya mai a sigut monàrquica, ni abans ni ara.
Creo que me has interpretado mal, mi MASONAZO amigo.
ResponderEliminarDigo que no podemos erigirnos en censores de actitudes o tendencias sexuales -me importa un rábano que una plebeya o un rey follen con quien quieran; al revés, se lo deben pasar en grande- pero sí poner en solfa a aquellas personas que actúan bajo una doble moral.
Por lo demás estoy completamente de acuerdo contigo.
Bernardo, ¿hasta en lo de la República Catalana?
ResponderEliminarSaludos
Parece mentira que aun no me conozca, mi ESCARLATA amigo.
ResponderEliminarNi sí ni no.
Como buen NO Nacionalista -especie en vías de extinción y que para nada debe confundirse con un antinacionalista, que suele ser un nacionalista que ataca o se defiende de otros nacionalismos- la independencia o no de Catalunya me importa un rábano.
Me lo he estado pensando, pero no puedo resistirme Bernardo y tengo que preguntarte...
ResponderEliminar¿Y la de España?, ¿también te importa un rábano la independencia de España?.
Es que me lo has puesto a güebo !!!!..
Salu2
No sé que entiendes por la independencia de España.
ResponderEliminarSi te refieres a la independencia de Euskadi, Andalucía, Madrid o Cuenca del territorio patrio, siempre que la voluntad de sus habitantes sea esa, sí. Sin duda.
De hecho es difícil concebir una nación en el que sus habitantes no deseen pertenecer al país del que son iembros. No puede haber patriotas porobligación, imposición o derecho de conquista.
Por mi parte supongo que seré igual de feliz en una Catalunya independiente que en una integrada en España.