¡¡¡ Ahív-Alá-Hostia !!!

¿Gustan ustedes de las noticias de última hora? Supongo pues que les habrá impactado el titular con el que esta mañana abre edición Minuto Digital:
"Tal día como hoy del año 1212 los cristianos vencíamos a los islamistas en las Navas de Tolosa".

Y es que hay noticias que aunque sucedieron hace 795 años continúan de palpitante actualidad para algunos ¿no creen? Pues bien, sepan que pese a que en Minuto Digital intenten comparar a Al Andalus con la Yihad y a Almanzor con Bin Laden, algunos historiadores de la derecha, al calor de su éxito en la teoría sobre el 11-M, trabajan ya en otra tesis: Que no fueron moros sino ETA, en colaboración con un puñado de protosocialistas ibéricos, los que conquistaron la península… para romperla, claro.

Así, en la batalla de Guadalete, don Rodrigo, que en realidad se llamaba don Rodríguez (Zapatero) no fue derrotado sino que pactó con los terroristas entregar España entera, incluyendo el reino de Navarra.

Según estos eruditos, Abderramán se llamaba en realidad Abder Ramontxu, natural de Getxo, no llevaba más turbante que la txapela y se pirraba por las kokotxas al pil pil. La mezquita fue izada por cuatro tipos de Bilbao con las piedras que les sobraron de un torneo cultural y cuentan como anécdota que, durante la construcción, a un infiel de nombre Patxi se le cayó una columna de 15 toneladas en el dedo gordo del pie derecho. Sea porque que le rozó un juanete o porque no era del mismo Bilbao, afirman que con su grito desgarrado inventó el cante jondo, que tanto se popularizaría en la zona.

Curiosamente, los protosocialistas ibéricos, esos que no dudaron en aliarse con los enemigos de una España que aún no era, fueron los que lucieron nombres y apellidos arabizados, dando origen a la confusión. Así, podemos citar a Al Munia, a Rub Al Qaba o al más temido de todos: el sanguinario Al Fonso Yihab.

Total, que se necesitaron 800 años para derrotar a los infieles y reagruparlos en las tierras vascongadas, lugar en el que todavía moran y al que han cogido tanto cariño que consideran suyo y de nadie más. Ello no significa que no echen de menos sus antiguas posesiones, por lo que los autores alertan de una nueva invasión peninsular, palpable no solo en Navarra, sino en zonas como Salou o Benidorm.

Por fortuna, para hacer frente a la nueva amenaza y pese a la debilidad de nuestro gobierno, España cuenta, como en los viejos tiempos, con un clero beligerante, un Papa inquisidor, un rey católico y una reina… ¡Mierda, la reina es ortodoxa! ¿La cambiarán por Esperanza Aguirre?

Dedicado al equipo de Vaya semanita
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