Cuan presto se va el placercomo después de acordado
da dolor
Como a nuestro parescer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
(Jorge Manrique)
[tags]Barça,Barcelona,Liga,futbol,el innombrable (lo llevan claro si creen que voy a poner una etigueta con ese nombre)[/tags]
Cuán lenta se ha ido la pena: cuatro años
ResponderEliminarEso tambien es verdad.
ResponderEliminarLo que más me fastidia es que, pese a mi escepticismo, ayer creí durante durante unos minutos que sería posible.
En fin, ¡Catalunya se rompe!
Muerto JuanPi II, que era socio culé, queda demostrado que Dios vuelve a ser madridista. No me jode haber perdido la liga, me desespera que la ganen ellos. ¡Força Barça!
ResponderEliminar¿Pero la verbena de San Juan no se celebra la próxima semana? Madre mía, cuánto merengue hay en Barcelona. Mi barrio parecía Beirut.
ResponderEliminarEl madrilista es una especie mucho más extendida en Catalunya de lo que a´lgunos tópicos nos quieren hacer creer.
ResponderEliminarEn fin.
Dios vuelve a ser del Madrid y la "baraka" de Zapatero parece haber llegado a su fin.
¿Será esto síntoma de algo más funesto?
Hay algo que me fastidio mucho más que perder la liga . Como comenta ABEL, mi barrio tambien parecia la verbena de sant joan.
ResponderEliminarCada vez que sentia un petardo tenia ganas de morirme o de matar no se muy bien.
Me planteo la duda de si en Madrid, los cules tambien lo festejan similar cuando el barça gana.
Bernardo sacame de dudas ¿es correcto festejar de tal manera cuando vives en la ciudad del contrario?
Hombre, negro, cualquier festejo es bien recibido mientras lo importante del acto sea su aspecto lúdico, se esté o no en mayoría. Y el resto, a callar que no es su fiesta.
ResponderEliminarLo que sucede es que el tema del Madrid está tan politizado en Catalunya que en algunos casos -puntuales- la fiesta dejó de serlo y se convirtió en un acto de afirmación garrulo-nacional.
En Mataró, por ejemplo, se congregaron en la plaza Italia cientos de "nengs" -casi mil- con sus pelos rapaos, sus pantalones de la guardia civil y sus toritos, para pasar toda la noche -y digo bien, TODA- coreando consignas que pasaban del "campeones, campeones" al "puta cataluña y putos catalanes".
De vergüenza ajena.
Y sí, te doy la razón, nadie tendría narices de hacer lo propio en Madrid. Por fortuna, pues sería una enorme falta de respeto -me refiero a los insultos-. Pero aquí, escudándose en el discurso fascista de Fedeguico y los suyos -el castellano se persigue y tal- se cometen verdaderas barbaridades.