Apatrullando el congreso (II)

Vicente Martínez Pujalte a punto de ser expulsado por segunda vez del congreso, tras tratar de modo despectivo a una diputada de ERC.

Lo reconozco. Cuando echaron a este tipo por primera vez, tuve oportunidad de escribir la semblanza sobre su persona que durante tanto tiempo llevé en mente. Hoy, un año y pico despues, me sigo suscribiendo a ella sin añadir ni quitar nada. Era ésta:

Seamos sinceros, en todo grupo, reunión o cuadrilla hay un tonto.
Su actitud suele delatarlo enseguida
De por general siempre da el “cante”, es especialista en mear fuera de tiesto, suele lanzar chistes con los que nadie ríe, provoca vergüenza ajena y tiende a considerar como grandes amigos a aquellos que no hacen sino huir de él. Pero claro, el tonto no suele apercibir su situación; es más, se siente el alma del grupo e incluso se ve impelido a sacrificarse por sus conocidos, para sonrojo de éstos.

El PP siempre ha tenido bastante disputado este puesto. Hernández Mancha sentó las bases y Esperanza Aguirre elevó el listón, pero Vicente Martínez Pujalte ha pulverizado todos los récords.
Pujalte cumple con todos los requisitos: Es casposo, se cree listo, importante, quien sabe si guapo, y se considera un ariete del PP, el verdadero dinamizador del espíritu que debe regir la actitud de los Populares.

Martínez Pujalte ha logrado un hito casi imposible: Que “El Mundo” y “El Pais” se hayan puesto de acuerdo. Payaso lo ha llamado el primero y bufón el segundo. Pero a Pujalte, ajeno al entorno, se le ve ufano. En su fuero interno está convencido de que ha prestado un gran servicio a su partido y, por ende, a España entera.

Lo dicho, en un concurso de tontos Pujalte no sería admitido. Eso sí, podría forrarse exigiendo derechos de imagen a Santiago Segura

PD: Vale, antes tenía aún más mala leche. Como no me leía nadie...
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