martes, 20 de febrero de 2007

Música y violencia de género

0906087_malos-tratos-mujeres.gifEstos días asistimos a un verdadero aluvión de crímenes a mujeres por parte de sus parejas, antiguas o actuales. La mayoría tienen un origen de tipo pasional y repiten esquemas de conducta que, aunque rechazados, siguen instalados en el imaginario masculino.

Seamos sinceros. Salvo honrosas excepciones, a nadie le gusta que le pongan los cuernos. En nuestra cultura infidelidad es sinónimo de engaño, decepción, y desencanto. Pero solo los hombres suelen asesinar a quien osa coronar su testa. Y es que a estos sentimientos añaden otros como el orgullo, el deshonor o la “hombría”, no por despreciables menos patentes.

La música popular da buena medida de lo arraigadas que aún están estas monstruosas prácticas entre nosotros. En el post anterior pudieron escuchar aquello de “Y si vuelvo a nacer, yo los vuelvo a matar”, pero el catálogo es mucho más amplio.

Un Loquillo, despechado añadía al asesinato un punto de necrofilia morbosa: “Por favor, solo quiero matarla a punta de navaja, besándola hasta el final”.

Los Chichos tampoco se andan por las ramas: En no sé porqué nos sueltan que “A Esa calís yo la maré porque no supo serme fiel” o “Escóndete en un rincón, mala ruina tenga tu amor, que como yo te niquele te maro sin compasión”. Ya imaginan lo que es “marar”.

¿Quieren más? Una canción de Los Tigres el Norte relata como un “machote” se juega a su señora al poker y pierde. Hombre de palabra, el tipo primero mata a la mujer y luego la entrega a su nuevo "dueño".

Frente a estos modelos de brutalidad socialmente admitida, otras propuestas ofrecen alternativas más civilizadas al tema de los cuernos. Así, Pablo Milanés tiene claro que “la prefiero compartida antes que vaciar mi vida” mientras Luís Eduardo Aute advierte que “Una de dos; o me llevo a esa mujer o entre los tres nos organizamos, si puede ser.”

En fin, vivimos en una sociedad que destila aún machismo y en la que será muy difícil eliminar determinadas actitudes. Solo lo lograremos a base de educación y medidas judiciales, lo que exige un tiempo que, por desgracia, no tienen las víctimas.

Entretanto, un consejo a los agresores: en lugar de asesinar a la pareja y luego suicidarse, inviertan el orden de las acciones. Es más de “machos”.

9 comentarios:

  1. Otro más: un intelectual de nuestros días

    "Nunca entiendo el móvil del crimen, a menos que sea pasional"

    aquí el original

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  2. Muy acertado, Joder.
    Y es que todavía el móvil pasional está teñido de una suerte de romanticismo, algo que según algunos enlaza con lo más castizo de nuestra tradición.
    El problema es que las víctimas siempre son las más débiles, las mujeres, lo cual dice bien poco de la valentía de estos gallitos.

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  3. Yo siempre he pensado lo mismo; porque no se suicidan primero? Sería estupendo, sus víctimas quedarían libres y el mundo se libraría de semejante carroña como son los mal denominados "machos"

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  4. Hola, Papallona
    Quizá porque desean reconciliarse con sus parejas en la Otra Vida
    Pues bien, caso de que exista ese limbo y dado que es eteno... que esperen unos años ¿no te parece?

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  5. Espinoso tema , amigo Bernardo, no creo que haya nadie que se atreva a discutir que es una vergüenza pertenecer a la misma especie animal que esos cafres. Nos dicen que la modernidad avanza a pasos agigantados y que la educación es la piedra angular de nuestra existencia. Y aun así más de 70 muertes cada año por malos tratos, ¡joder con la puta evolución humana!, parece que algunos prefieren recrearse en la edad de piedra que rige sus pensamientos.
    Siento tener en este caso una postura tan carca, pero ante la violencia de genero sólo caben medidas disciplinarias brutalmente contundentes.

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  6. El problema, Baba, es que ante el "la maté porque era mía" las meras medidas disciplinarias no sirven de freno. Es más, el asesino las asume y considera un orgullo pagar por un crimen de honor. O bien suicidarse aunque, aquí, debo apuntar que algo falla. Alarma la cifra de los suicidios que fracasan entre este colectivo en contraposición a la efectividad que tienen para matar a sus víctimas.

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  7. Sólo un inciso: la letra de Loquillo "Por favor, solo quiero matarla a punta de navaja, besándola hasta el final", termina en "una vez más" no en "hasta el final".

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  8. Toda la razón, Flashman.
    Otro pequeño gazapo. por la redacción, podría parecer que las dos estrofas de Los Chichos pertenecen a la misma canción "no sé porqué". No es así. La segunda pertenece a "mala ruina tengas".

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  9. Eso es porque no habeis escuchado la canción de Armando Manzanero y otro, los dos mano a mano diciendo "Llevatela
    Si al fin y al cabo piensa mucho en ti,
    por la forma en que te mira comprendi,
    que olvido todas las cosas que le di.
    LLevatela
    Pero tienes que quererla como yo
    es un poco caprichosa,
    por momentos es celosa y, otras veces, cariñosa"
    Y no sigo... jejejeje. o muertas o mercancía de intercambio.
    No es genial? ellos deciden que hacer con nosotras.
    Bravo por la música

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