miércoles, 21 de febrero de 2007

El vino y la adolescencia.

snimka.jpgLa ministra Salgado se ha visto forzada a retirar su polémica Ley sobre el alcohol al no encontrar apoyos suficientes para sacarla adelante. La decisión ha provocado entusiasmo en el sector bodeguero, alarma entre los médicos y confusión en quien esto suscribe.

Por un lado, que los fabricantes crean que las medidas de la ministra serían nefastas para el sector evidencia que la juventud bebe vino. Solo así se entienden sus miedos.
Además, calificar el vino como alimento no deja de herir la inteligencia. Amén de las dudas que suscitan sus cualidades nutritivas, no conozco otro manjar que me ponga tan contento tras unas cuantas copas. Y desde luego, se puede ser alcohólico bebiendo solo vino.

Pero, por otro lado ¿Sirven para algo este tipo de medidas?. A mi parecer son inútiles. Verán, el mundo está lleno de peligros y el alcohol no es el mayor de ellos. La prohibición, como se ve con las drogas, no frena por sí sola el consumo. Es más, a veces lo estimula.

La única solución, tan fácil de escribir como difícil de llevar a cabo, es educar, educar y educar. Enseñar que existen límites, que éstos son individuales y lo importante que es conocerlos para desenvolverse en el mundo real.

Para acabar, me gustaría recordarles que la principal causa de mortalidad entre los jóvenes no es el vino sino los accidentes de tráfico. Para “paliarlo”, no hace tanto que la DGT rebajó la edad mínima para conducir ciclomotores de 16 a 14 años, al tiempo que permitía que llevaran copiloto. A fecha de hoy, estos vehículos siguen sin precisar pasar ninguna ITV.

Y  es que cuando se enfrentan salud pública e intereses comerciales, ya sean vitivinícolas o de automoción ¿Adivinan quien gana?

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6 comentarios:

  1. ... Los accidentes de circulación derivados de un consumo de ocio absolutamente irracional, Bernardo.

    Creo firmemente en que la educación es básico. pero también medidas de restricción del consumo de alcohol. No hay nada más patético que leer los partes de la policía municipal los lunes por la mañana y encontrarse con las infinitas intervenciones sobre comas etílicos para darse cuenta de que hay un problema.

    Pero a mi lo que me ha jodido de esta noticia ha sido la retirada de la ley, por motivos electorales. te das cuenta de la hipocresía y el cinismo de los/as senores/as diputados y ministros / as. El voto es más importante que la salud. joer como está el patio.

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  2. Retirar la ley por motivos electorales es indignante y deplorable, al igual que ver al Sr. de "los hilillos" defendiendo a capa y espada el "alcohol"(auténtica droga dura).
    La Ministra debería haber dimitido ipso-facto pero aqui ya sabemos que no dimite ni dios.
    A uno, que es debil por naturaleza,ya le está afectando la polémica y espero que no me pase como con la ley del tabaco que me hizo fumar el doble(http://luchesentrubia.wordpress.com/2006/08/04/fumamos-como-ninos/)

    El asunto solo se resuelve con educación pero se debería comenzar por obligar a realizar un master de 10 años, por lo menos, a nuestra "divina de la muerte" clase política.

    ¡VERGONZOSO!

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  3. Yo tambien ceo en las medidas restrictivas, aun entendiendo -en mi fuero interno- que no solucionan el problema.
    Y desde luego me parece deplorable que se haya retirado una ley por presiones, ya sean económicas o del propio partido. Si estuviera en la -escasa- piel de la ministra, sin duda presentaba la dimisión.
    Y no nos engañemos, el vino es cultura cuando se tiene aprendizaje suficiente y experiencia para valorarlo. El kalimotxo de "Don Simón" como sustituto económico de destilados más potentes está en las antípodas de la cocina mediterránea, que de repente reivindican los bodegueros.
    Respecto a los límites...
    Yo, por ejemplo, he probado el vino desde que tengo uso de razón. Mis pdres jamás me lo prohibieron, si bien vigilaban permanentemente mi relación con esa bebida. Era una cuestión de confianza mutua. Claro que eran otros tiempos, cambian los valores y modelos que funcionaron en el pasado fracasarían hoy día. Pero a veces piensas si esa cultura popular no funcionaba mejor que la legión de educadores que ahora nos dictan las pautas.

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  4. Vuelve a ganar la empresa frente a un tema de salud. El Rajoy de la copa de vino en la mano echa más alcohol al fuego de la lucha partidista.
    ¿Cómo van a educar a la población si ni ellos mismo saben hablar con moderación? El botellón surgió como respuesta a los altos precios del alcohol en los locales, y eso ha creado un monstruo. Contra eso hay que luchar, no contra la sana costumbre de beber vino o cualquier otra bebida espirituosa. Que también hay que alimentar al espíritu...

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  5. Educar, educar, y educar; ese el camino como bien apuntas.
    Ya está prohibido vender alcohol a menores en centros comerciales y en gasolineras. ¿Qué efecto ha tenido esa medida? ¿Cuántos botellones han dejado de celebrarse? Cero.
    Eso por no recordar lo que pasó en EEUU con la prohibición total de la venta de alcohol en los años 20...

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  6. Lo que resulta curioso es que los abanderados de esta protesta sean los bodegueros de Castilla- La Mancha; una región vitivinícola que, amén de sus excepciones de calidad, se caracteriza por ser el principal productor de vino "peleón" de toda España.

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