jueves, 7 de septiembre de 2006

Agapito y los gloriosos Tercios de Flandes

CapitanA1.jpg“... un Tercio español no se rinde, imbéciles, por mera bravuconería. Eso es cosa de malos pillastres. Un Tercio español no se rinde para nada, sino porque aspira a todo. A la gloria. Mamarrachos, políticamente correctos, un soldado español, aunque no crea en Dios, por el simple hecho de ser español, es ya católico. Ni la desesperanza, imbéciles, son capaces de circunstanciar.”
Agapito Maestre el Libertad Digital. Crónica sobre la película Alatriste.

Bien. Repasemos un poco la historia de este país, con especial mención a sus heroicas gestas.

¿Que ocurrió con el glorioso imperio español, aquel en el que el sol nunca se ponía?
Que se fue a la mierda.

¿Cuál fue el final de nuestra armada invencible?
Irse a la puta mierda.

¿Que hizo Nelson con nuestra flota en Trafalgar?
Enviarla a la mierda.

¿Que ha ocurrido cada vez que España, con o sin Franco a la cabeza, se ha enfrentado militarmente con Marruecos?
Que nos han mandado a la mierda.

Esto es así y no hay más vuelta de hoja. Por mucho que duela a Agapito. Pero vamos, tampoco hay para rasgarse las vestiduras cuatro siglos más tarde. Y España, aunque Agapito no lo entienda, ha progresado bastante desde entonces. Aun a pesar de aquellos que continúan soñando con los Tercios.

En fin, si por medio de algún túnel del tiempo un veterano de Flandes llegara a leer las imprecaciones de Agapito, imagino que dudaría entre si ensartarlo con su herreruelo o enviarlo directamente... a la mierda.

PD. Escrito con toda intención al más puro estilo Rubianes.

7 comentarios:

  1. El mismo diario que ha publicado el infoumable y grosero comentario de Agapito, Libertad DIgital, acaba de colgar en sus páginas otro bastante más ponderado sobre la película Alatriste.
    http://iglesia.libertaddigital.com/articulo.php/1276232227
    Eso sí, lo han publicado en la sección "Iglesia". No me pregunten porqué. Hay cosas que hasta al más crítico se le escapan.

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  2. No es que les sobrase valor, es que no sirve de nada rendirse en país ocupado. La repatriación sale más cara que el ajusticiamiento, me temo, y en vistas de estos pormenores economicos, nuestros bravos soldados preferian dejarse las pelotas que entregarlas en la mano, pero eso no es ni heroismo ni valentía.

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  3. Ellos mismos se retratan al insinuar que su modelo perfecto de España es ese que dejamos atrás hace cuatro siglos. Los nacionalismos rancios me dan ganas de vomitar, sobre todo cuando apelan a "gestas heroicas" de un pasado vergonzoso que a estas alturas ya debería estar más que superado con la extensión de las democracias. A muchos todavía les gustaría que un rey absoluto gobernase a su antojo, iniciando constantes guerras con los territorios vecinos para demostrar el honor nacional, mientras los señores y los clérigos seguirían disponiendo sobre la vida y suerte de sus vasallos a placer. Y estoy siendo benévolo al no entrar en harina y hablar en general. Vamos, una época de lo más esplendorosa para los españoles.

    Un saludo, amigo, que hacía tiempo que no me pasaba por aquí. Veo que este verano has seguido dando el callo.

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  4. Salvar las pelotas es, en último extremo, lo que mueve a un soldado a convertirse en héroe.

    Héroe en el sentido militar de la palabra, por supuesto, o sea, encumbrado a tal categoría a base de sangre y vísceras del enemigo.

    Héroe que por salvar las pelotas, o venderlas caras, actúa “a su bola” y sin plantearse la ineptitud de sus superiores, la irresponsabilidad de sus políticos o la escasa lógica de la guerra en la que lo han embarcado.

    Este hecho lo retrata a la perfección Pérez Reverte –autor difícil de asociar con la rojería y el separatismo, todo hay que decirlo, y al que desde esta misma bitácora se le dio un buen varapalo por su novela El pintor de batallas- en su obra Trafalgar.

    Por esto, fastidia tanto que una parte de la derecha nostálgica aun sueñe con antiguas gestas que, a la fin y a la postre, hundieron al país en la miseria y le hicieron perder el tren de la modernidad y el progreso.

    Hemos tardado mucho tiempo en recuperarnos.

    Lo curioso es que ahora, cuando España, con sus con sus desequilibrios, tensiones y lo que se quiera, vuelve a escalar posiciones dentro del mundo desarrollado, de nuevo curas, militares e hidalgos alcen su airada su voz y eleven el retrogradismo -menudo "palabro"- a la categoría de ideología política.

    Un saludo que va desde Iggy, inspirador de este comentario y al que echábamos mucho de menos, hasta Mario Toledo, quien, en paralelo a mi redacción, estaba complementando las ideas aquí expuestas con el buen tino que le caracteriza.

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  5. El pobre imbécil no se ha enterado de que iba la película. Esperaría un guión de Jaime de Andrade y que fuera dirigida por Sáenz de Heredia. En fin, de donde no hay, no se puede sacar...
    Salud.

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  6. ¿pero de que hablaba? de Alatriste, o es que había visto el partido de Irlanda del Norte contra España....

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  7. Esa era la siguiente pregunta, Grano
    ¿Qué se ha comido una vez tras otra nuestra selección de fútbol cada vez que se ha medido en algún torneo internacional, pese a la jactancia, la chulería y el nacionalismo más patético de algunos comentaristas deportivos?
    Pues eso, lo que ya sabes.
    Sin embargo no lo incluí por dos razones.
    Primero porque hay mucha gente decente que se identifica -y padece- a los chicos de Aragonés y no me parecería justo que se sintieran insultados.
    Segundo, porque el éxito de nuestra selección de baloncesto demuestra cuanto se puede disfrutar deldeporte sin que nos den el coñazo con los tercios de Flandes.
    Saludos y gracias por estar aquí.

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