A veces llegan cartas... (II)La designación ha reabierto la polémica de las famosas cartas que Vendrell envió a diferentes cargos de la administración solicitando parte de su sueldo para el partido.
Tras la publicación en exclusiva de la misiva que una organización política -indeterminada - hacía llegar a sus enchufados, la redacción de El Siglo de las Luces se ha visto literalmente inundada de correos, notas y comunicados que hacían referencia a la misma. Extraemos algunos. Por ejemplo:
"Hola, Me llamo Mariano Bel. Soy máster en física subatómica postcuántica por la universidad de Colorado. Cursé `postgrado en Harvard, Oxford y la universidad de Pekín con una nota media de Cum Laudem. Hablo 13 idiomas y he sido siete veces campeón mundial de ajedrez. En la actualidad trabajo como repartidor de pizzas en una conocida cadena de alimentación... ¡Por favor, enchúfenme! Es la única forma que me queda para conseguir un trabajo decente. No les cedo el 10, ni el 15% Hasta un 82% he calculado que puedo ofrecerles, ya que con el resto aun podré vivir bastante mejor de lo que lo hago hasta ahora. Saludos y... ¡bueno, va! un 85%"
Otra dice:
"Perdonen que oculte mi nombre. Soy aquel que denunciaba al resto de los alumnos ante el profesor cuando los veía copiar en los exámenes. Aquel que llamaba a la policía quejándose por los ruidos cuando las caceroladas del "no a la guerra". Aquel que suele hablar en castellano en Catalunya y catalán en Madrid, solo por joder. De mi capacidad laboral como trepa y pelota dan cuenta la media docena larga de compañeros que he echado a la puta calle para ocupar su puesto. El mobing, la delación y el chantaje son mis herramientas habituales de trabajo. Leyendo su carta, creo que mi perfil se acomoda a la prefección para ocupar uno de sus puestos de confianza. Aceptaré cualquier partido. A fin de cuentas no tengo ideales".
Para acabar otra simpática nota:
"Hola, soy funcionaria y he recibido su amable carta. Si se trata de que les ceda parte del sueldo habría que negociar mucho. El coche tampoco me va bien donarlo, pues lo necesito para ir de tanto en tanto al Carreforur. Ahora, si ya les va bien que les entregue al inútil de mi marido en prenda, por mí de coña. Llévenselo y usen de él como gusten aunque, les prevengo, si lo quieren para follar lo llevan claro. Ni con sobredosis de Viagra, se lo aseguro. No aceptaré devoluciones".
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