sábado, 8 de abril de 2006

FAMOSOS, DELINCUENCIA Y PRENSA DEL CORAZÓN

currupipi.jpgDetenida la mujer de Jesulín de Ubrique por su participación en una trama de falsificación de certificados de invalidez.

Apenas si conozco a la señora Campanario. No soy lo que se dice un adicto a la prensa del corazón y todo cuanto envuelve a la vida de estos sátrapas me la tre al pairo...

... hasta cierto punto.

Porque estoy convencido de que el periodismo llamado rosa, pese a su esfuerzo en presentarse como un divertimento banal y sin la menor pretensión de intelectualidad, transmite en realidad unos valores muy concretos, conservadores, machistas y tremendamente clasistas, por no decir antidemocráticos.

Sin embargo,es evidente que estos mensajes calan en una franja importantísima de la población. Por ello muchos delincuentes hacen esfuerzos ímprobos para asentarse en la prensa rosa.

Ejemplos no faltan. Jesús Gil buscó de forma premeditada la popularidad en los medios de comunicación para granjearse una imagen amigable mientras cometía todo tipo de tropelías. Su sucesor, Julián Muñoz, ha encontrado en revistas y televisiones un foro que usa como parapeto para intentar eludir la justicia.

Podríamos hablar del marido - o ex, no tengo ni idea- de Rocío Carrasco, ese guardia civil corrupto que usaba su uniforme para delinquir en nombre de su propia ley y al que el famoseo ha logrado convertir en una persona, si no respetable, sí al menos intocable.

FARRUCO.jpgQuizá el caso más sangrante sea el de Farruquito, un tipo que mató a un inocente peatón luciendo un amplísimo catálogo de vulneraciones a la ley, y al que una pertinaz campaña de la prensa del corazón -El trauna de Farruquito; habla la madre de Farruquito; declaraciones de la futura mujer de Farruquito; la soledad del bailaor...- logró darle la libertad, para vergüenza de los ciudadanos de bien e ignonimia de la justicia.

En conclusión, el periodismo del corazón atrae a los delincuentes y los supuestos periodistas, más preocupados por las audiencial que por la moral, se dejan querer.

Yo no se qué habrá hecho la señora Campanario, desconozco incluso de qué delitos concretos se le juzga. Por desgracia no tardaré en averiguarlo, ya que imagino que los programas "rosas" - y otros más serios, a veces la frontera es dificil de delimitar- nos preparan un verdadero aluvión de informaciones. Solo pido que, si en verdad es culpable, acabe en la "trena"; exijo que se hable de ella tan solo en la sección de sucesos y suplico para que no nos den coñazo a todas horas con lo dura que fue su infancia o los problemas de su matrimonio.

En cuanto a Jesulín... prefiero no opinar. Solo conozco a su guiñol
1 comentario

anaking dijo...
en dos palabras.....im presionante

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