martes, 7 de marzo de 2006

REFLEXIONES SOBRE EL MÁS ALLÁ

O como la religión se convierte en la excusa perfecta para amagar tantas insensatecesdrinking-beer-man.jpg

Exite un dicho, no recuerdo si escocés o irlandés, que viene a recomendar que bebas en este mundo todo lo que puedas pues, cuando la palmes, pasarás mucho, mucho tiempo sin probar una sola gota de wishky.

Este consejo, tan sabio como fácil de entender y agradable de practicar, resume una filosofía de vida: "Preocúpate de este mundo, chaval, pues del otro, cuando menos, no se sabe nada".

Sin embargo, la fuerza del más allá, de lo ignoto, de lo indemostrable, cada vez parece cobrar más protagonismo en el seno de nuestras sociedades y se evidencia en un resurgimiento de las guerras religiosas que no tiene parangíon desde la Edad Media.

Repasemos tan solo los últimos días. Unos cachorros de Losantos se ofenden ante la irreverencia religiosa de una obra de Leo Bassi y ejercen su derecho a la protesta colocando una bomba en el camerino del actor. En Nazaret, un grupo de ultras israelíes detonan verios petardos y bombas de humo en la Iglesia de la Anunciación. Tras el pánico incicial, los judíos tivieron que ser rescatados por su fiel ejército, que para evitar el linchamiento no dudó en dejar tras de sí una estela de heridos entre los civiles ahí congregados. En Irak, xcomo si no tuvieran bastante, la guerra de las Mezqutas amenaza con convertirse en una guerra civil
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¿Quieren más? La visita de Bush a la India agudiza los conflictos religiosos entre hindues radicales y musulmanes, dejando al menos tres muertos en diferentes enfrentamientos. Para rematar estos ejemplos, la guinda la pone Toni Blair al afirmar que Dios le guió en su decisión de invadir Irak.

Todos estos fundamentalestas tienes rasgos comunes. Actuan motivados por su creencia en un Ser Superior, cuya justicia está muy por encima de las leyes de los hombres. Sin embargo, no les parece suficiente sentirse revestidos con su propia fe. Andan siempre preocupadísimos con las creencias -o la falta de ellas- del resto del mundo y en este sentido matan, ultrajan y sobre todo justifican los actos más abobinables.

¡Bsta ya, por favor! ¿Hemos peredido la cordura?. ¿Puede lo sobrenatural imponerse de forma tan aplastante sobre la Razón?. ¿Le preocupa más a la gente su acomodo en lo divino que su tránsito por lo terreno? ¿No sería más lógico aplicar criterios de ética y justicia en este mundo que precuparse tanto de aquel otro de quien , por cierto, aun no ha vuelto nadie para explicanos que tal se vive?

Cuando titulé el presente blog apenas era consciente de que esta frase, propia de la Ilustración, debería reivindicarse más que nunca como bandera. Ahora lo tengo claro. El siglo XXI debe ser el Siglo de las Luces o no será nada.

Estamos a un paso del oscurantismo medieval.

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